La evaluación de estrategias en el mundo
actual debe cumplir con varios requisitos para surtir efecto.
Primero, sus actividades deben ser económicas.
El exceso de información puede llegar a ser tan perjudicial como la carencia de
ella, y el exceso de controles puede producir más daño que beneficio.
Segundo, las actividades evaluativas deben ser
significativas y estar relacionadas con las metas y objetivos de la empresa.
Así mismo, deben proporcionar a la gerencia información útil sobre las labores
en las que ejercen control e influencia. Tercero, deberían proporcionar información
oportuna. Una pregunta clave es: ¿proporcionan las actividades de evaluación de
estrategia información oportuna para el uso de la gerencia? En ciertas áreas y
ocasiones a veces se requiere información de carácter diario. Cuarto, las actividades deben diseñarse para mostrar la verdad de lo que acontece. Por ejemplo, en casos de graves reveses económicos, es posible que las tasas de productividad y rentabilidad bajen en forma alarmante y sin embargo es también posible que los empleados y gerentes estén trabajando con mayor intensidad. Los informes de evaluación de estrategias deben dar datos adecuados sobre situaciones como éstas. Quinto, la información proveniente del proceso evaluativo debería facilitar la acción. La información evaluativa debe dirigirse a las personas en la empresa que necesitan realizar acciones con base en ella. Todos los gerentes no tienen que recibir todos informes. Sexto, el proceso de evaluación de estrategias no debe dominar las decisiones; debe fomentar la comprensión y la confianza mutuas y el sentido común. Ningún departamento debe dejar de cooperar con otro sólo por razones evaluativas. Séptimo, los informes de estrategia deben ser sencillos, no complicados y excluyentes. El sistema de evaluación efectiva debe caracterizarse por su utilidad, no por su complejidad. Como octavo punto, es necesario tomar en cuenta las diferencias de evaluación estratégica entre empresas grandes y pequeñas. Para las grandes se requiere un sistema más elaborado y detallado, debido a las mayores dificultades de coordinación de esfuerzos entre las diferentes divisiones y aéreas funcionales. En las empresas pequeñas los gerentes a menudo se comunican diariamente entre ellos y con sus subalternos y por ello no se requieren sistemas extensos de información. El conocimiento de los ambientes locales generalmente hace que la recopilación y la evaluación de la información sea más fácil en empresas pequeñas que en empresas grandes. Noveno, la clave para un sistema efectivo de evaluación de estrategias puede consistir en convencer a los participantes de que el cumplimiento de ciertas metas y objetivos dentro de un período determinado no es necesariamente un reflejo de su desempeño. Esta pauta es de especial importancia durante las primeras etapas del proceso de evaluación de estrategia. Finalmente, los gerentes deben darse cuenta de que no existe un sistema ideal de evaluación de estrategias.